Un empresario le ofrecía caramelos a chicas menores para abusar de ellas

Se hacía amigo de los padres de sus futuras víctimas para ganar su confianza y, por increíble que parezca, les ofrecía caramelos para que concurrieran a su oficina o a su chacra, y así abusar de ellas. Esta es parte de la metodología que llevó adelante Héctor Darío «El gringo» Weiss (47), un empresario de Tierra del Fuego procesado por «abuso sexual reiterado y estupro» contra dos chicas menores de edad. Por el momento, sigue libre.

El hombre, dueño de una concesionaria de autos y una distribuidora, está acusado de abusar de una niña de 14 años y otra de 11. A esta última, comenzó a violarla desde que tenía 8. La causa está cargo de la jueza de instrucción María Cristina Barrionuevo, quien consideró que los delitos que se le imputan a Weiss están demostrados y por eso lo procesó.

De acuerdo con la investigación, el empresario utilizaba la relación de amistad que mantenía con los familiares de sus víctimas y luego abusaba de ellas. El acusado, según una fuente del caso, comenzó un «intercambio de mensajes de texto» y una «tarea de seducción» con la chica de 14 en marzo de este año. Finalmente consiguió su objetivo y «la tocó varias veces en sus partes íntimas cuando se veían en la chacra».

La jueza describió en el procesamiento que «aunque parezca irreal en los tiempos que corren», el hombre también «usaba la excusa de invitarla con caramelos para que concurriera a su oficina comercial», y «la manipuló aprovechándose de su inmadurez sexual». El empresario «delineó su accionar con la finalidad última de mantener relaciones con una niña 33 años menor que él, cuya inexperiencia sexual quedó acreditada», aseveró Barrionuevo. La chica finalmente pudo dar cuenta de lo que estaba ocurriendo y su madre realizó la denuncia penal.

Asimismo, se pudo recolectar pruebas que permitirían demostrar que Weiss concretó  «reiterados tocamientos» que le habría contra la otra menor «cuando tenía 8 años», y «hasta que cumplió 11 o 12 años». Esto salió cuando la chica, hoy con 13 años, logró contar lo que le había ocurrido a una profesora del colegio que tomó intervención en el caso y ayudó a que los padres radicaran la denuncia.

El fallo consideró al empresario «autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple reiterado -en un número indeterminado de veces- en concurso ideal con estupro, y abuso sexual simple reiterado en un número indeterminado de veces, en concurso real».

Barrionuevo ordenó también un embargo hasta cubrir la suma de $100 mil y dispuso que continúe con pautas de conducta como la «prohibición de acercamiento y contacto de cualquier modo -personal o por interpósita persona- con las menores y su grupo familiar-, la presentación en sede policial y la prohibición de salida de la provincia sin autorización judicial».

 

Fuente: Infobae

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